viernes, 24 de noviembre de 2006


El presente no existe, el pasado forma parte del futuro y el futuro es el resultado de aquello que queremos construir. Bajo esa premisa todo lo que realicemos, construyamos o destruyamos será el resultado de lo que viviremos; sin embargo el llamado interno de cada uno nos pondrá en distintas posiciones, a veces en la misma dirección y otras tantas en contra, pese a ello es nuestra preparación política y valórica la que nos hará discutir los temas, de manera que nuestras discusiones se centren en los temas que necesitamos debatir y no en acontecimientos que ni siquiera se merecen la pena de hablar. Es una oportunidad única de construir el mundo que queremos, en base a la discusión informada, crítica y propositiva; con los matices que cada uno quiera aportar, desde su vivencia, experiencia y formación.

Estar en política no es sólo “realizar cosas”, actividades que muchas veces los mismo integrantes no comprenden, no es estar en posiciones críticas sin tener la actitud propositiva, y por sobretodo no es pensar con miradas cortas, sino que mirar el futuro con visiones de largo aliento en pro de generar el espacio adecuado, según nuestra subjetividad, para nuestros hijos, nietos y bisnietos. Más allá de proveer y crear el espacio asistencialista, es concretar las medidas en que el la sociedad se dignifique, promoviendo la superación y la perfectibilidad.

Es cierto que nadie es perfecto, que ninguno de nosotros posee la verdad absoluta, ni siquiera la verdad; lo ideal, lo verdadero es lo que se construye en base a los aportes pluralistas y participativos, en donde todos participen y aporten su visión, de manera informada y con la clara convicción de alcanzar el bien común.

Esto es realizar una visión de país, es crear política de élite, no es segregar, no es excluir... Todos valemos lo mismo, y nuestra opinión es tan respetable como la de quien no está de acuerdo. No es difícil crear un espacio de tales características, sólo es necesario un par de personas dispuestas y convencidas a escuchar, debatir, informarse y sobretodo gran espíritu de camaradería y fraternidad... y transmitir y encantar a los demás a que se integren a este ambicioso proyecto de bien común.

2 comentarios:

Israel dijo...

Estimados amigos, referente al tema de la falta probidad y la corrupción, tengo una postura muy clara. Pienso que hay dos elementos fundamentales en este tema, que es la falta profesionales en política y la permanencia constante, y a veces eterna en el poder. Sobre el primer punto, siento que no se ha realizado el esfuerzo necesario, para crear tener y potenciar a profesionales que se interesen realmente por el servicio publico, para mejorar el trabajo que la comunidad de necesita. Ahora también pienso que los profesionales que lleguen a ejercer cargos públicos en el gobierno, deben tener una visión política de la tarea que desempeñarán, para que tampoco se pierda la sensibilidad con las necesidades reales de la gente. Creo que estas dos cualidades, profesional-político, mejorará considerablemente la calidad de la clase política en Chile, ya que se tomarán de mejor forma las decisiones que influyen directamente en cada uno de nosotros como ciudadanos.
Referente al segundo punto, esto es visible por todos, vasta mirar no muy lejos y darnos cuenta que quienes nos gobiernan han mantenido sus puestos por largos años, creo que hay algunos que han cumplido muy bien sus funciones, pero hay dejar que entren nuevos aires a las reparticiones de gobiernos y los cargos de representación popular para que no suceda lo que ocurre en días en que se ha destapado escandalosamente los hechos de corrupción en el actual gobierno y en anteriores. El permanecer durante largos periodos en el mismo puesto, cualquiera sea, con el tiempo se comienza a conocer los vicios del sistema laboral que nos rodea y sucesivamente se empieza a utilizarlos para logar dividendos políticos de poder, resguardando por uno o mas periodos el cargo, a través de favores o beneficios políticos y lo otro derechamente es obtener dividendos económicos para lucro personal, cayendo claramente en lo que los sociólogos han denominado cultura de la eticidad política, esta es lo que por ahora está predominando, entendiendo por este concepto, una ética flexible y acomodaticia a los intereses concretos. Esta corriente es la que ha predominado en algunos partidos. Los triunfos de Tombolini y Girardi en las elecciones internas son expresión de esta situación. En el PPD la directiva encabezada por Girardi y Rebolledo recurrió a procedimientos inaceptables desde el punto ético, al utilizar fondos del Parlamento en la campaña interna, lo que después resolvieron -sólo al descubrirse el hecho- con subterfugios o promesas de futuros buenos comportamientos y devolución de los fondos. Es evidente que la gente exige probidad a sus representantes, pero, los políticos "flexibles" controlan los partidos con sus máquinas y en partidos como el nuestro las bases tienen muy poco que decir. Quizás estos golpes la saquen de su somnolencia.

José P. Villanueva V. dijo...

Estimados amigos, con preocupación veo que cada vez se coloca con más fuerza la hipotesis que plantea que la permanencia genera vicio. Tal vez existen muchas variables y ejemplos que podrían eventualmente fundar esta posibilidad. Sin embargo creo muy discutible el caso, sin desmerecer y evidentemente reconocer que existe mucho de eso en nuestra realidad local, regional y nacional.

Mi reparo se basa fundamentalmente en hechos también concretos, de personas que teniendo mucho tiempo en el poder supieron mantener firme sus conductas en un ámbito absolutamente consecuente con la doctrina del humanismo cristiano. Entre otros, puedo mencionar el caso de Don Hector Gonzalez Campusano "Don Tito". Es más, para que no se me acuse de falangista fanático, debo mencionar el nombre del Senador Don Luis Aguilera militante del partido Socialista.

Estos sencillos hombres, lograron convertirse en dignos ejemplos de servidores en lo público y grandes hombres en lo privado, que fueron muy fuertes y no tranzaron sus valores por nada. Entonces es posible.

Dicho esto, me pregunto ¿Será el tiempo de permanencia lo que genera el vicio? o ¿Será que las personas no poseen un marco valorico adecuado para regular sus conductas en el servicio público?

Personalmente, me inclino por lo segundo. Si bien es cierto nada puede garantizar que una persona "metas las manos", estoy convencido que si es posible anticiparse y garantizar que "NO metan las patas".

Para ello es fundamental la preparación, la constancia, la perseverancia, la disciplina, y el ejercicio contínuo de buenas conductas dentro de los potenciales futuros servidores públicos. Es en este punto donde nos encontramos queridos amigos, es aquí donde se forman los gallos. Es aquí donde la doctrina nos entrega el marco valorico por el cual debemos conducir nuestra vida pública y privada. NO debemos olvidar nuestro origen, esto no es un negocio. NO podemos esperar más, debemos tomar un rol activo y decidido. Amigos, ustedes tienen la gran misión de lograr los cambios necesarios, pero para ello deben estar preparados, no hay tiempo que perder. TODO ES POSIBLE!!!

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