miércoles, 20 de diciembre de 2006

Estimados amigos, referente al tema de la falta probidad y la corrupción, tengo una postura muy clara. Pienso que hay dos elementos fundamentales en este tema, que es la falta profesionales en política y la permanencia constante, y a veces eterna en el poder. Sobre el primer punto, siento que no se ha realizado el esfuerzo necesario, para crear tener y potenciar a profesionales que se interesen realmente por el servicio publico, para mejorar la calidad del trabajo que la comunidad de necesita. Ahora también pienso que los profesionales que lleguen a ejercer cargos públicos en el gobierno, deben tener una visión política de la tarea que desempeñarán, para que tampoco se pierda la sensibilidad de las necesidades reales de la gente. Creo que estas dos cualidades, profesional-político, mejorará considerablemente la calidad de la clase política en Chile, ya que se tomarán de mejor forma las decisiones que influyen directamente en cada uno de nosotros como ciudadanos.
Referente al segundo punto, esto es visible por todos, vasta mirar no muy lejos y darnos cuenta que quienes nos gobiernan han mantenido sus puestos por largos años, creo que hay algunos que han cumplido muy bien sus funciones, pero hay dejar que entren nuevos aires a las reparticiones de gobiernos y los cargos de representación popular, para que no suceda lo que ocurre en estos días en que se ha destapado escandalosamente los hechos de corrupción en el actual gobierno y en anteriores. El permanecer durante largos periodos en el mismo puesto, cualquiera sea, con el tiempo se comienza a conocer los vicios del sistema laboral que nos rodea y sucesivamente se empieza a utilizarlos para logar dividendos políticos de poder, resguardando por uno o mas periodos el cargo, a través de favores o beneficios políticos y lo otro derechamente es obtener dividendos económicos para lucro personal, cayendo claramente en lo que los sociólogos han denominado cultura de la eticidad política, esta es lo que por ahora está predominando, entendiendo por este concepto, una ética flexible y acomodaticia a los intereses concretos. Esta corriente es la que ha predominado en algunos partidos. Los triunfos de Tombolini y Girardi en las elecciones internas son expresión de esta situación. En el PPD la directiva encabezada por Girardi y Rebolledo recurrió a procedimientos inaceptables desde el punto ético, al utilizar fondos del Parlamento en la campaña interna, lo que después resolvieron -sólo al descubrirse el hecho- con subterfugios o promesas de futuros buenos comportamientos y devolución de los fondos. Es evidente que la gente exige probidad a sus representantes, pero, los políticos "flexibles" controlan los partidos con sus máquinas y en partidos como el nuestro las bases tienen muy poco que decir. Quizás estos golpes la saquen de su somnolencia.
Espero que la Señora Presidenta de la Democracia Cristiana, cumpla cabalmente con el compromiso adquirido en la reciente Junta Nacional de la Juventud DC, "No descansaré hasta el último dia de mi periodo, hasta se tome encuenta uno de mis proyectos de reformas al parlamento, que un Diputado pueda ejercer sólo dos periodos y el Senador sólo uno", discurso en alusión a los espacios que los jovenes deben ocupar en política.

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